No es pintura de un pintor
fabulista empedernido.
No es de otro mundo venido.
Es un sueño. El estupor
de un diseño seductor
trocado en naturaleza
que refleja la belleza
de un entorno incomparable
rudo, salvaje, admirable,
de delicada pureza.
Su interior, desconocido
por este humilde cronista,
nos remite a la revista:
A aquel Hola tan leído,
de las damas preferido,
con mil fotos a color
de aquella familia en flor
de Junior y de Rocío
navegando en su navío.
Un icono del amor.
Medalla y placa a Rocío Dúrcal
Precisamente, tras el fallecimiento de la cantante de rancheras Rocío Dúrcal, el Pleno del Ayuntamiento de Torrelodones le concedió por unanimidad el título de Hija Adoptiva y decidió darle su nombre a una calle en la que vivió más de veinte años en La Berzosilla (Torrelodones).
Posteriormente, en el año 2010, dos de sus hijos, Antonio y Carmen, recogieron de manos del entonces alcalde, Carlos Galbeño, el título y la medalla otorgada a su madre como Hija Adoptiva del municipio.
La entrega se realizó en un sencillo acto en el que también se les entregó una reproducción en cerámica del rótulo de la calle “Rocío Dúrcal”.
Rocío Dúrcal era vecina de Torrelodones desde el año 1982, En el año 2001 puso voz junto a Camilo Sesto y a otros amigos el chotis llamado “Torrelodones” como homenaje a este pueblo.
El 15 de abril de 2014, ocho años después de la muerte de Rocío Dúrcal, su mujer, falleció Antonio Morales Junior en su domicilio de La Berzosilla (Torrelodones), a la edad de 70 años, uno de los personajes más conocidos en la época de los 60. Fue autor de memorables éxitos junto a Los Brincos y, más tarde con Juan Pardo, como el dúo Juan y Junior.
Había nacido en Manila (Filipinas), en 1943, durante la ocupación japonesa del país y era hijo de padre español y madre filipina. Contrajo matrimonio con la cantante Rocío Dúrcal en 1970 y tuvieron tres hijos: Carmen, Antonio y Shaila.
La casa en Torrelodones está edificada dentro de una finca de 10.000 m2 y en un lugar paradisíaco, con increíbles vistas.
A lo lejos pero nítidamente, se puede ver la cruz del Valle de los Caídos, las cúpulas del monasterio de El Escorial y la sierra de Guadarrama.
Desgraciadamente, la palabra “herencia” fue la más empleada después de la muerte de “Marieta”, la inolvidable Rocío. Trajo pleitos sin fin y dolorosas disputas familiares que finalmente se solucionaron en paz con la reconciliación de los litigantes.
El domador de cocodrilos
Reportaje publicado en el nº 393 de la Revista de Torre. Puede descargar el archivo pdf de la revista aquí