¿Banco de Guadalajara? ¿si?
Mire yo soy cliente suya desde hace mucho tiempo y quiero hacer una consulta, si, si, tengo en mi móvil la contraseña nueva para utilizar en estos casos, pero mire, yo soy una persona muy mayor y me hago un poco de lío con estas cosas modernas, y como vivo cerca, prefiero pasarme por allí y tratarlo directamente con ustedes. ¿Qué están en una reunión y hasta las diez no pueden atenderme? Bueno, pues a las diez estaré allí.
A.- Buenos días, mire he llamado antes y me han dicho que viniera a las diez, que me atenderían.
R.- Si señora ¡con mucho gusto! ¿en qué puedo ayudarle?
A.- Pues verá, no estoy conforme con el recibo que me han cargado en mi cuenta corriente de alguno de mis acreedores, que tengo domiciliados en esta entidad.
R.- Verá señora, para estos casos hemos creado un nuevo servicio a través de su móvil, y cómodamente sin moverse de su casa puede resolver todos sus problemas.
A.- Sí, eso ya lo sé, pero como soy tan mayor, estas cosas me vienen ya un poco largas y necesito ayuda (estos chavales cada vez quieren trabajar menos, todo se lo confían a las máquinas).
R.- Veamos ¿Cómo se llama usted?
A.- Adela Fernández García.
R.- ¿Su DNI?
A.- 254XX558-Z
R.- Aquí está. Dígame su problema.
A.- Verá, yo tengo autorizado a mi nieto Pablo Pérez García a que compre los libros de texto y todo el material docente que necesite en El corte Inglés, pero este mes me han cargado el importe de un violín. ¿Usted cree que eso es material docente?
R.- Verá señora, si el chico está apren-diendo a tocar el violín….
A.- Pero es que me han cargado 3.000€ ¿será un Stradivarius?
R.- Yo lo único que puedo hacer es devolver el recibo, a ver qué pasa, Adela, y ahora que estoy viendo su cuenta ¿sabe que tiene mucho dinero en ella?
A.- ¡Claro que lo sé! como que acabo de vender un piso que tenía vacío en Vallecas y que me costaba mucho arreglar, y no me daba más que problemas.
R.- Pues tenemos una magnífica opor-tunidad para que invierta ese dinero y tener una renta sin ninguna molestia (a esta vieja le coloco yo el depósito de cuenta variable).
A.- No siga. Ahí tengo ya mi depósito, y no sólo no me da nada, sino que cada vez tengo menos (este crío se cree que además de vieja, soy tonta). Este dinero lo voy a invertir en arreglar mi casa, pero puede que pronto tenga más, y si buscaría una cosa buena para entonces.
R.- Si señora, así lo haremos. No lo dude (ésta vieja no es tan tonta como parece, me cae muy bien).
A.- (Este chaval es muy majo, ya quisiera yo que Pablito fuera tan “espabilao” como él).
R.- Si, pero ahora con el nuevo gobierno todo va a cambiar…
De Matilde Andradas.
Reportaje publicado en el nº 394 de la Revista de Torre. Puede descargar el archivo pdf de la revista aquí