Cuando pensamos en un satélite, pensamos en un gran objeto puesto en la órbita para enviar y recibir comunicaciones. Pero no siempre es así, no tiene por qué ser de un gran tamaño. Ya que hay un pequeño satélite llamado CanSat. Éste fue propuesto por la ESA por primera vez en 2010. Alentando a jóvenes de entre 14 y 19 años a construir un satélite del tamaño de una lata de refresco que se lanzará a un kilómetro de altura y durante su caída debe cumplir dos misiones.
La misión primaria se impone a todos los equipos y trata de medir la temperatura y la presión atmosférica durante el aterrizaje. La misión secundaria es a elección propia, pero debe estar relacionada con un objetivo de la agenda 2030.
El desafío
Desde el IES Diego Velázquez, hemos respondido a este desafío. Un grupo de amigos, compuesto por Théa-Irène Bouteille, Pablo Santamaría, Inés Acerete, Omar Rojas, Miguel Ganuza y Julián González, nos hemos juntado y hemos creado Horus XV, desarrollando un CanSat capaz de analizar el terreno para encontrar posibles zonas inundables.
Esto podría contribuir a salvar miles de vidas puestas en peligro por el efecto del cambio climático en las masas de agua. Además, de la fauna y la flora también amenazadas, así como especies en peligro de extinción.
Nos apuntamos a este proyecto porque podemos aprender y mejorar nuestras habilidades en áreas como la física, tecnología o marketing, entre otras.
Por otro lado, todo el equipo tenemos un espíritu de superación que nos empuja a continuar, por duro que sea, con el objetivo de ver todos los frutos, que el trabajo duro y las horas de esfuerzo están dando.
Dentro de poco serán los lanzamientos regionales y, por supuesto, Horus XV se encontrará allí. Como dice nuestro eslogan, “El cielo nuestro límite, el CanSat nuestro billete”.
Pablo Santamaría y Théa Bouteille
IES Diego Velázquez
Si quieres saber más: www.youtube.com/watch?v=PfsfL6Uca0Q
Reportaje publicado en el nº 401 de Torrelodones Revista Municipal. Puede descargar el archivo pdf de la revista aquí