El Ayuntamiento, ante los problemas que están ocasionando los jabalíes que se acercan a las zonas urbanas del municipio en busca de comida y agua, publicó un bando el pasado 11 de junio con una serie de normas y recomendaciones.
La Ordenanza Reguladora de la tenencia de perros y otros animales domésticos para el municipio de Torrelodones establece en su artículo 37.3 la prohibición de “dar alimentos a los animales no domésticos en las vías y/o espacios públicos”, siendo catalogado como infracción leve (art. 56.13) y llevar aparejada una sanción de hasta 750 euros (art. 54.2).
Aparte de no darles de comer ni de beber, para evitar que se domestiquen, los vecinos deberán seguir una serie de medidas preventivas para evitar la presencia de estos ejemplares en zonas urbanas, así como recomendaciones de actuación en caso de encontrarnos con alguno.
- Depositar los residuos dentro de los contenedores habilitados. Nunca junto a los mismos.
- No dejar la comida de los animales domésticos al alcance de los jabalíes.
- Proteger el vallado de las parcelas para que no accedan a huertos y jardines.
- Conducir con precaución en viales y carreteras próximas a zonas forestales, sobre todo en las primeras y últimas horas del día.
- En el caso de ver estos animales en zona urbana, no acercarse a ellos y avisar a los servicios de urgencia a través del teléfono 112.
Los jabalíes en Torrelodones están ubicados entre los dos parques regionales, el parque regional de la cuenca alta del Manzanares (Reserva de la Biosfera) y el parque regional del curso medio del rio Guadarrama, por tratarse de zonas naturales la fauna silvestre se adentra en la zona urbana a la búsqueda de agua y alimento.
Aunque el jabalí en condiciones normales no es agresivo, al ser un animal salvaje puede tener reacciones defensivas o territoriales que pueden confundirse con ataques y provocar algún incidente con personas o animales domésticos, principalmente con perros, además de accidentes de tráfico, daños en parques y jardines, así como posibles riesgos sanitarios. Esta presencia se incrementa en determinadas zonas donde se dejan restos de comida y recipientes con agua