El Ayuntamiento de Torrelodones ha iniciado una campaña informativa dirigida a todos los vecinos con el objeto de concienciar sobre la presencia, cada vez más habitual, de jabalíes.
Desde hace un tiempo esta especie está cada día más presente en nuestro municipio y no solo en las zonas rurales sino también en los centros urbanos. Ello es consecuencia no solo del notable incremento de su número sino, también, por cuanto se trata de un animal con una elevada capacidad de adaptación a diferentes hábitats. A ello hay que añadir el hecho de que posee una dieta omnívora y un carácter oportunista a lo que se añade una gran capacidad reproductiva, que permite que las hembras puedan tener gestaciones durante prácticamente todo el año si cuentan con alimento suficiente.
A todo esto, hay que sumarle que en la actualidad carece de enemigos naturales. Igualmente es resistente a las enfermedades, de manera que, en muchas ocasiones, es capaz de ser portador sin apenas síntomas de procesos, incluso de elevada gravedad para la cabaña doméstica.
La presencia de jabalíes implica también un riesgo para la seguridad vial dado que son muy frecuentes los cruces de familias en calles y vías urbanas. De ahí que, entre las iniciativas que en estos momentos se está llevando a cabo, se encuentre la instalación de señales en diversas vías urbanas, y en las que su presencia suele ser más frecuente, reclamando a los conductores que conduzcan con precaución y que moderen la velocidad de sus vehículos ante su presencia habitual en plena vía pública.
¿Cuál es la solución, si es que existe solución?
1) Asumir que la excesiva presencia de jabalíes es un problema. Lo es para los ecosistemas y lo es también para los que vivimos en contacto con espacios forestales. Genera riesgos y conflictos que es preciso abordar. Resulta igualmente necesario convencernos que la presencia de jabalís no es coyuntural ni esporádica. Van a poblar los montes que nos rodean durante las próximas décadas y, con mayor o menor frecuencia, se van a continuar acercando a nuestros espacios urbanos.
2) Asumir que el jabalí es un animal silvestre y que, a pesar de que cada vez pierde más el miedo por acercarse a núcleos urbanos y a los humanos, no es posible predecir sus reacciones. Como bien saben los habitantes de los espacios rurales, un jabalí asustado puede resultar muy peligroso.
3) Informar de forma permanente a la población de la frecuente presencia de jabalíes, de los riesgos que implican y de las medidas de precaución necesarias para reducir los peligros que generan.
4) Es imprescindible profundizar en el conocimiento de la especie y de las poblaciones de nuestro alrededor. Más de allá de que se les vea más, es preciso saber cuántos son, cuáles son sus territorios, sus corredores y áreas de movimiento, su crecimiento, su estado sanitario de la especie… Necesitamos saber más para poder tomar decisiones correctas.
5) La gran movilidad de las poblaciones de jabalíes provoca que tenga poco sentido que se tomen medidas en un único municipio. Es imprescindible que se adopten medidas de forma coordinada con los municipios de alrededor y sería deseable que la Comunidad de Madrid ejerciese sus competencias exclusivas en materia de gestión de especies cinegéticas. Al menos sería deseable que ejerciese su papel constitucional de coordinar las políticas municipales. Lo ideal sería abordar un plan de acción integral de ámbito comarcal, que abarque al menos Las Rozas, Galapagar y Hoyo de Manzanares.
6) No debemos descartar la hipótesis de que sea necesario reducir la población de jabalíes. Hay muchos métodos para hacerlo (capturas en vivo y traslado de ejemplares, esterilizaciones…). Esta decisión sólo se tomara una vez evaluadas todas las opciones y de tener un conocimiento mucho más profundo de la población.
¿Qué podemos hacer?
1. Ser conscientes de que hay una gran población de jabalíes en los montes que rodean Torrelodones.
2. Reducir la velocidad en las calles y carreteras en las que hay frecuente presencia de jabalíes.
3. No acercarse a ellos para hacerse fotos o por cualquier otra razón.
4. No asustar al animal, ni permitir que los perros los acosen.
5. Evitar la huida. Se invita a los ciudadanos a "no correr" ante la presencia de un jabalí.
6. Mantenerse a cierta distancia del animal y dejarles una vía de escape en caso necesario.
7. No alimentarlos ni facilitarles alimento en ningún momento o lugar
8. No abandonar bolsas fuera de los contenedores, basureros y otros puntos de recogida de residuos.
9. Se aconseja avisar a las autoridades (Policía Local) y colaborar con ellas.
10. Respetar la señalización que localiza de puntos negros en carreteras.
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