Ángel Lanchas Rico, subdirector del Servicio Municipal de Deportes, se jubiló el pasado mes de agosto después de más de 30 años de servicio en esta institución. Su labor en el Polideportivo Municipal resulta indiscutible como lo demuestran las numerosísimas muestras de simpatía y cariño que con tal motivo ha recibido tanto por parte de sus compañeros como de los vecinos. Pero, además, su buen hacer profesional también ha sido reconocido a través de numerosas distinciones. Sin ir más lejos en 2007 recibió en la XV Gala del Deporte el Premio a la Mejor Labor Deportiva, tres años más tarde la Agrupación Deportiva de la Sierra le hizo entrega del premio al Mérito Deportivo y desde 2014 el Torneo de Fútbol Infantil de Torrelodones lleva su nombre. Sin embargo su dedicación al deporte no empezó en Torrelodones hace 33 años, como él mismo dice “.

Ángel, desde muy joven demostraste un especial interés por los deportes…

Mi interés por el deporte comenzó con los salesianos. Nací en una familia humilde y con siete años me quedé huérfano, por lo que mi madre me puso a estudiar interno en los salesianos. Desde el primer momento manifesté un gran interés por todas las actividades deportivas: atletismo, gimnasia, balonmano y  fútbol. En un momento dado, como es lógico, empecé a participar en competiciones de fútbol en las que participaban algunos equipos destacado como el Real Madrid. En uno de estos partidos, siendo yo Infantil, el Real Madrid se fija en mí al considerar que era un jugador de equipo con unas condiciones físicas importantes.

Si bien me querían fichar ya lo cierto es que me dejaron que terminase mis estudios de Formación profesional y de hecho, aunque nunca he ejercido, soy Maestro Industrial Eléctrico. Terminados mis estudios voy al Real Madrid con 12 ó 13 años donde empieza mi etapa en el mundo del fútbol y con ella las competiciones. Primero como Infantil, luego como Juvenil, luego juego en el Real Madrid Aficionados, en el Carabanchel como cedido, en el Plus Ultra que luego fue el Castilla.

Pero tu vida como futbolista no se limitó al Real Madrid…

No. Posteriormente el Real Madrid me cede Gimnastic Tarragona, que se encontraba en segunda división absoluta, división en la que también estaban otros equipos tales como el Betis, el Sevilla, el Granada, el Málaga,… donde estoy un año. Terminada esta temporada me ficha la Unión Deportiva Salamanca, que acababa de ascender a Primera División Aquí estuve tres temporadas, de 1974 a 1977.

Ese año el Salamanca hace una temporada fantástica y resulta ser el equipo menos goleado de la competición. Pero paradojas de la vida, después de haber pertenecido toda la vida al Real Madrid y haberme traspasado viene Miljan Miljanic, que es su entrenador, hace una oferta por la defensa salamantina en la que me incluye, junto a D´Alessandro y Reza, ofreciendo 100 millones de pesetas por. Pero el Salamanca no acepta y finalmente en 1977 soy traspasado al Español.

A lo largo de todo este tiempo, ¿en qué posición jugabas?

Mi disposición siempre ha sido de medio campo pero cuando el Tarragona me quiso fichar lo que necesitaban era un lateral por lo que me ofrecí como tal y además de lateral izquierdo. A pesar de ser diestro les dije que no había ningún problema y que había jugado en muchas ocasiones en tal posición.

Tuve que trasladarme a Tarragona para que me hiciesen las pruebas para ver como desempeñaba de lateral y con actitud e ilusión lo conseguí. De esta manera estuve jugando como lateral izquierdo en el Tarragona pero también también en el Español y en el Salamanca, aunque también hubo ocasiones en las que jugué como lateral derecho, olvidándome así de la media del campo.

Justo estando en el Español es cuando tienes, creo, una de las experiencias más emotivas de tu vida como futbolista profesional.

Un día, a finales de 1977, estando en el Español, recibí una carta certificada  de la Federación Española en la que se me comunicaba que estaba citado a entrenar con la Selección Española. Aquello fue una bomba, de hecho todavía conservo la carta. Fue una de las emociones más importantes de mi vida. En aquel momento como seleccionador nacional estaba Kubala y entre los seleccionados había jugadores tan importantes como Pirri, Amancio, Benito, Arconada,… todos ellos estelares.

Por fin debuté como lateral en la Selección Nacional el 28 de marzo de 1978 en un partido amistoso contra Noruega que se jugó en Gijón. Fue una experiencia inenarrable pues todos los esfuerzos realizados hasta el momento se hicieron realidad con sólo vestir la camiseta de la Selección Nacional. En aquel momento me sentí integrante de algo precioso y, además, ganamos 3-0. Posteriormente estuve convocado en cuatro ocasiones más en Rumanía, en Granada contra Méjico,… pero no llegué a jugar.

Concluido el Mundial de Fútbol de España, en 1982, di por finalizada su carrera como futbolista. Junto a mi mujer Carmen González –quien fue cantante con el nombre artístico de Rachel y que grabó varios discos de la mano de la discográfica Hispavox- y a nuestros dos hijos nos vinimos a vivir a Madrid y en particular a Torrelodones. Aquella fue mi primera jubilación.

Una encrucijada muy importante en tu vida

Lo cierto es que sí. Una vez que terminó esta etapa mi primera intención fue, aprovechando mi experiencia, crear una escuela de fútbol. Pero finalmente un día me acerqué al Ayuntamiento de Torrelodones y me ofrecieron la oportunidad de colaborar en el Polideportivo con un equipo de fútbol, pagándome únicamente los gastos de transporte. Cuando finalizó el curso, y satisfechos con la labor que había desarrollado, me ofrecieron contratarme. En aquella época únicamente existía lo que hoy conocemos como Pabellón Pequeño, esas eran todas las instalaciones deportivas junto con el campo de fútbol. Poco después se inauguraría el Pabellón Grande.

A lo largo de los 33 años que has estado trabajando en el Polideportivo Municipal ¿Qué labor has desempeñado?

En un principio empecé con los fundamentos de trabajo para actividades de fútbol, que era lo que yo realmente sabía, por lo que me dediqué a entrenar a varios equipos. Por esa época trabajé también como entrenador del FC Torrelodones, lo que coincidió con su época dorada, así como con otros equipos de municipios próximos, como el de Las Rozas.

Paralelamente se me propuso ampliar mi campo de conocimientos. De ahí que me fuese a Barcelona  a buscar formación suficiente como para ejercer con plenitud la actividad que se me requería. Además, también en Barcelona, realicé un master en psicología deportiva en el que una de sus ramas era el dominio de las técnicas de mejora de rendimiento para deportistas de élite.

Estas se asemejan a las clases de relajación y tienen como objetivo la gestión de las emociones, lo que constituye un importantísimo instrumento para gestionar las emociones en los momentos de gran tensión. Cierto es que en Torrelodones no había y no hay competiciones de élite pero sí deportistas que tienen momentos de gran de gran nerviosismo a la hora de competir. Ojalá que cuando yo era jugador profesional hubiese dispuesto de este instrumento.

Durante todos estos años has realizado una gran y variada labor…

Sí, pues he tenido la gran oportunidad de impartir clases tanto a chavales como a mayores. De hecho, cuando pasé a tener dedicación exclusiva, me centré totalmente en el deporte base ayudando a formar a grupos pero no solo en la parte competitiva. Esto me permitió, y esa ha sido siempre mi intención, ayudar a que los chavales creciesen en una actividad deportiva sana y que les permita, sobre todo, disfrutar de ella. Mi idea siempre ha sido favorecer el crecimiento de los chavales descubriendo todas sus facultades pero que a su vez sean capaces de asumir, sus limitaciones, pues en eso consiste madurar.

A través de esta docencia he tenido la gran suerte de hacer poder conectar con los temas deportivos descubriendo con el tiempo era mi vocación. De ahí que pueda decir que toda mi vida ha estado dedicada al mundo deportivo pero con un plus muy especial, la posibilidad de transmitir e inculcar los  valores en el deporte.

Todo este esfuerzo y dedicación ha sido reconocida en numerosas ocasiones…

Es cierto que en los últimos años me han premiado por razones siempre relacionadas como mi trabajo, pero realmente soy yo quien está agradecido. Y lo estoy con todas las personas con las que he trabajado en el Polideportivo Municipal durante tantos años y con los que he compartido tantos momentos y emociones, con todos los compañeros del Ayuntamiento y, evidentemente con todos los alumnos y sus familias para quienes únicamente tengo palabras de gratitud.