Las centrales de San Cugat del Vallés (Barcelona) y Torrelodones (Madrid) son las primeras centrales de la red de cobre que van a cerrar. El regulador precisó que estas centrales dejarán de utilizarse para ser sustituidas por la red de fibra óptica.
Telefónica únicamente puede proceder a cerrar
una central cuando más del 25% de los clientes cubiertos por esa central se conecten por medios alternativos a la red de cobre (como el FTTH)
Si hay operadores coubicados, la compañía deberá seguir prestando los servicios de acceso mayorista al bucle en la central, durante 5 años. Si no los hay, se reduce a 1 año.
Según CNMC, en el caso de San Cugat y Torrelodones, son centrales pequeñas, sin operadores coubicados, por lo que Telefónica seguirá prestando servicios de acceso mayorista al bucle durante 1 año, hasta mayo de 2015.
En 2020, Telefónica tiene previsto reducir el número de centrales de cobre de 6.600 a 2.300. La CNMC informó que existen 8.800 centrales en España, de las cuales el 10% tiene cobertura FTTH.
El apagado se iniciará por las centrales que no dan servicio a otras operadoras, para continuar con las que sí ofrecen este servicio.
Este proceso se puede acelerar si los operadores españoles impulsan la migración desde el cobre a la fibra, como ya han empezado a hacer Jazztel, Orange y Vodafone.
Hasta el mes de agosto, España contaba con 1,1 millones de líneas de fibra óptica contratadas, siendo un 9% del total de conexiones de banda ancha.
Puede consultar más información, haciendo clic aquí