Diversos miembros del Equipo de Gobierno, entre los que se encontraban la alcaldesa Elena Biurrun; Santiago Fernández, concejal de Urbanismo; y Ángel Guirao, concejal de Comunicación, acudieron la semana pasada a visitar la que hasta hace 20 años fuera la residencia y estudio del pintor Manuel López Villaseñor, situada en la urbanización Montealegre.
Durante la visita estuvieron acompañados por familiares del pintor (Jesús Manuel Sarabia López-Villaseñor, Jesús María Serrano López Villaseñor, María Soledad Manzanera Gómez y José Javier Manzanera), así como también por el vecino y arquitecto Antonio Iraizoz, quienes realizaron las labores de guía al ir mostrando las más importantes dependencias de esta vivienda y explicando las características que hacen de ella un edificio singular.
El objetivo de esta visita era conocer el estado de este edificio pues desde el fallecimiento de Manuel López Villaseñor, en abril de 1996, en alguna ocasión, ya ha sufrido la acción del vandalismo.
Un edificio destacado
Fueron los arquitectos Fernando Higueras y Antonio Miró quienes proyectaron la vivienda del pintor Manuel López Villaseñor, la cual fue ejecutada cinco años después de la proyectada para el también pintor Lucio Muñoz. Ambas se sitúan en parcelas colindantes de acusada pendiente con abundante vegetación autóctona y afloramientos rocosos.
El proyecto compagina en un solo edificio, con planta asimilable a una L, tanto la vivienda unifamiliar con el estudio del pintor. Este, dotado de un gran ventanal orientado a norte, forma un cuerpo independiente al de la vivienda conectado con ella mediante un sistema de terrazas cubiertas y abiertas al imponente paisaje.
La integración de la edificación en el accidentado terreno le proporciona su acusada personalidad, disponiéndose en diferentes planos apoyados en gruesos muros de mampostería de granito “en seco” que parecen surgir del terreno y que avanzan sobre ellos con grandes voladizos.
Las cubiertas, de teja árabe a dos aguas, se disponen paralelas, escalonadas y retranqueadas entre si dejando ver los piñones triangulares de mampostería granítica.
La estructura portante de dobles jácenas de hormigón armado y pretensado de doble T queda vista y contribuye a mantener la dualidad entre una gran airosidad y su fuerte mimetismo con el entorno.
Décadas después, otro autor proyectó un nuevo estudio de mayores dimensiones bajo rasante y comunicado con el exterior mediante rampa y plataforma elevadora. Recibe luz cenital por una serie de claraboyas y luz del norte desde un “patio inglés” ataluzado en el terreno excavado mediante bancales graníticos escalonados. Su discreción exterior no preludia la gran belleza del espacio interior oculto bajo tierra.
Fernando de Higueras Díaz (Madrid, 1930 – Madrid, 2008) perteneció a una generación de arquitectos caracterizada por su distanciamiento del racionalismo y su aproximación a las corrientes organicistas, con la obra de Frank Lloyd Wright como referente.
En su obra se conjuga el rigor constructivo con la adaptación al medio físico y natural así como el entendimiento de la arquitectura popular desde planteamientos contemporáneos. Sus espectaculares y sencillas soluciones estructurales han influido en arquitectos posteriores de manera significativa.
La riqueza de su obra representa la continuidad arquitectónica en España del constructivismo ruso y la mejor tradición constructiva de Wright pudiendo ser considerado como uno de los precursores del informalismo en la arquitectura.