Desde el siglo X vigila estas latitudes. Su figura es, sin duda, el símbolo más reconocible de nuestro pueblo: está en nuestro escudo, sí, pero también en los identificadores de clubes deportivos, asociaciones, empresas… Sin embargo, no muchos vecinos han tenido la oportunidad de conocerla por dentro. Ahora, y gracias a una idea surgida de los presupuestos participativos, la Torre de los Lodones será más nuestra que nunca.
¿Quién en Torrelodones no conoce la atalaya? Esa torre que nos vigila junto a la A6 es, sin duda, nuestro símbolo más reconocible y extendido. Puede verse desde gran parte de nuestro término municipal, adorna nuestro escudo e identificadores de lo más diverso.
Su historia, desvelada sólo en parte, nos habla de una construcción en el siglo X, cuando el Califato de Córdoba, para defenderse de las incursiones constantes de los cristianos del norte, decidió reforzar su estructura defensiva (compuesta fundamentalmente por ciudades amuralladas como Alcalá o la propia Madrid, entre otras) con una serie de atalayas. Desde ellas, el sistema de alerta ante posibles ataques cristianos se realizaba mediante columnas de humo o humadas.
Como explica Pablo Schnell, de la Asociación Española de Amigos de los Castillos, “las atalayas de la sierra de Madrid forman un conjunto con características comunes (…) Se pueden apreciar dos grupos: las de la zona norte (Arrebatacapas, El Berrueco, El Vellón, Venturada) y las de la Sierra de Hoyo de Manzanares (Torrelodones y La Torrecilla)”. Hay otras similares, pero las citadas constituyen una unidad en la forma y en su ubicación.
La Torre de los Lodones se yergue en un peñascal de granito, rodeada de encinas y arbustos. La atalaya original tiene forma de cilindro de piedra. Presenta varios añadidos posteriores, como el cuerpo adosado ya en época cristiana o el matacán superior actual, que fue agregado ya en el siglo XX. Porque este monumento, que cuenta desde 1983 con la calificación de Bien de Interés Cultural, no siempre tuvo su forma actual.
Se cree que (ya cuando la población de Torrelodones comenzó a formarse, coincidiendo con el desarrollo del puerto de Guadarrama como vía natural hacia la submeseta norte y la apertura de ventas y mesones en la zona) la torre debía de llevar tiempo abandonada. Perdida su función original, la encontró Cosme de Médicis a su paso hacia el Escorial en su viaje de 1668. En el séquito del florentino iba el pintor Pier María Baldi, quien realizó un dibujó de la torre y las edificaciones cercanas, con el nombre de Torre de los Oydores. Se cree que esta representación fue la utilizada en la restauración de 1928.
Y es que en los inicios del siglo XX, la torre se mostraba desmochada, sin matacanes ni almenas. El excelente trabajo investigador de Bru y Schnell recuperó recientemente fotografías de los años 20 en los que se podía ver el estado de abandono y casi ruina de la edificación.
Desde su restauración, la Torre de los Lodones luce su silueta inconfundible, acompañando a generaciones de vecinos de nuestro municipio como un símbolo cercano y omnipresente.
La nueva escalera
La Torre de los Lodones está formada por dos núcleos constructivos diferenciados. El primero es la torre propiamente dicha (de época andalusí) y el segundo, un cuerpo lateral desde donde se accede desde el interior, y que fue añadido ya en época de dominación cristiana.
La forma de la torre es cilíndrica y está coronada por una sucesión alterna de nueve almenas con forma de prisma y nueve piramidales. Mide cerca de once metros de altura total y tiene un diámetro exterior de 3,8 metros.
Hasta hace poco, si se quería subir a la torre debía utilizarse una escalera vertical de hierro de 9,00 metros, anclada a la piedra y sin ningún tipo de seguridad. Esto hacía las visitas no estuviesen permitidas, y sólo de manera muy excepcional ha podido accederse a su interior en los últimos años, sobre todo para trabajos de mantenimiento.
Nacido de los presupuestos participativos y elaborado íntegramente por los Servicios Técnicos Municipales de Torrelodones (quienes también han ejercido la dirección de la obra), este proyecto ha contado con la autorización de la Dirección General de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid.
El objetivo del proyecto era construir una escalera de caracol que permitiese el acceso, no sólo para realizar las labores de mantenimiento con la seguridad necesaria, sino también para permitir el acceso de público, que permitiese dar a conocer mejor y poner en valor este monumento tan característico de nuestro pueblo.
La escalera cuenta con 44 peldaños soldados a un eje central circular de acero. Este se haya empotrado en su base en una zapata de hormigón armado alojada en un pozo excavado en el suelo de la torre.
En la zona superior se ha construido un corredor que permite circular por él y disfrutar de las magníficas vistas. Este corredor, construido con chapa y vidrio templado antideslizante, sustituye al forjado existente previamente, que fue retirado, y se apoya en el mismo lugar donde se encontraba dicho forjado. Sin embargo, al ser de menor espesor permite una visita más segura, con una distancia de unos 90 centímetros hasta la cota de las almenas más altas.
Uno de los puntos más interesantes del diseño de la nueva escalera es que esta sólo cuenta con puntos de soporte en la zapata de la base y el apoyo de coronación donde se encontraba el forjado. Así, la nueva estructura no toca la piedra interior ni afectar de ningún modo a la actual fábrica de sillares de piedra.
Puesto que la Torre de los Lodones constituye un edificio catalogado como Bien de Interés Cultural y cuenta con un grado de protección urbanística integral, el Ayuntamiento solicitó en su momento, la correspondiente autorización al departamento de Patrimonio Arquitectónico de la Comunidad de Madrid, que la concedió puesto que las obras están destinadas a la conservación y puesta en valor de la edificación, así como a garantizar su permanencia.
De hecho, durante la ejecución de las obras se llevó a cabo un control arqueológico de los movimientos de tierras necesarios para la excavación de la cimentación de la escalera.
Artículo publicado en la Revista Municipal de Torrelodones de octubre de 2019 - 357.
Más información sobre la Atalaya de Torrelodones
¿Cómo visitarla?
Dadas sus características y dimensiones, las visitas a la Torre habrán de hacerse en grupos reducidos. En esta primera fase, las visitas serán coordinadas por dos asociaciones:
Asociación española de amigos de los Castillos
https://www.castillosdeespaña.es/
e-mail: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Sociedad Caminera del Real de Manzanares
http://sociedadcamineradelreal.org/
e-mail: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Cualquier otra entidad o asociación que desee organizar una visita a la Torre de los Lodones deberá ponerse en contacto con el Archivo Histórico Municipal de Torrelodones, en Avenida Joaquín Ruíz Jiménez 28, el teléfono 91 854 90 66 o Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.