Las circunstancias de estos últimos meses, debidas a la crisis sanitaria por el COVID-19, han requerido que el confinamiento en nuestros domicilios sea la medida más efectiva para evitar el contagio, y así evitar la saturación del Sistema Nacional de Salud.

Nuestro hogar se ha convertido en nuestro refugio en esta batalla contra un enemigo desconocido que, gracias al trabajo constante de gran número de personas, se está conociendo y combatiendo día a día.

Pero, ¿seguimos estando seguros en nuestra residencia? ¿Existen más riesgos que pueden afectarnos en ella? Las siguientes líneas pretenden trasmitir al lector una serie de recomendaciones a tener muy en cuenta en el interior de nuestras casas, no sólo ahora sino siempre, para evitar tener ningún accidente doméstico.

Limpieza y desinfección, pero con cuidado

Cada vez que estos días hemos entrado a nuestra casa, ya sea por venir de trabajar o de hacer la compra, hemos extremado las medidas higiénicas de las superficies potencialmente contaminadas en nuestro domicilio (encimeras, móviles, picaportes, calzado,…), evitando que, tras tocarlas, nuestras manos entraran en contacto con ojos, nariz y boca. Para ello, el lavado frecuente de manos, ya sea con agua y jabón o con solución hidroalcohólica, ha sido y debe ser una de las principales medidas a considerar para evitar todo tipo de contagio.

Los productos de limpieza habituales, como la lejía o el amoniaco, se utilizan teniendo siempre la precaución de no mezclarlos, ya que la mezcla de lejía y amoniaco produce vapores tóxicos que pueden dañar las vías respiratorias e incluso provocar la muerte. Debemos evitar que estos productos de limpieza se almacenen en botellas o recipientes que puedan confundirse con productos alimenticios, ubicándolos fuera del alcance de los más pequeños, de forma que se impida su ingesta accidental y remediar que se provoquen intoxicaciones e incluso quemaduras.

En la cocina, sin sustos

A muchos de nosotros, durante el confinamiento, nos ha emergido ese cocinero que llevamos dentro, animándonos a recrear esas grandes recetas que siempre hemos querido realizar. Y los más pequeños de la casa no se han querido quedar atrás, colaborando con los mayores en la elaboración de comidas y postres. Es un buen momento para disfrutar en familia y, de paso, aprovechar para inculcarles las medidas de prevención que hay que seguir en la cocina.

El orden y la limpieza deben ser esenciales a la hora de evitar accidentes. Mantener nuestro espacio de trabajo libre de obstáculos, guardando en un lugar adecuado aquellos utensilios que no estemos utilizando, cerrando cajones y puertas de armario, evitarán caídas o golpes innecesarios. No permita que los niños de corta edad utilicen cuchillos, tijeras, o cualquier otro utensilio o aparato con cuchillas. Aléjelos y guárdelos fuera de su alcance.

Evitaremos producirnos quemaduras si orientamos los mangos de los recipientes al interior de la zona de cocinado, evitando así su caída, así como introduciendo los alimentos progresivamente en los cacharros con líquidos calientes, o utilizando guantes para retirar productos elaborados en hornos y microondas. Y también muy importante es saber que NO se debe echa agua al aceite ardiendo, ya que provocaría una evaporación brusca del agua, con lo que extendería el fuego al resto de la cocina. Se apaga tapando el recipiente con un trapo humedecido o con una tapadera de metal.

Tecnología sin sustos

Muchas personas han podido seguir realizando su trabajo mediante la modalidad de teletrabajo, al igual que nuestros hijos han tenido que adaptarse a una nueva forma de aprendizaje a través de las plataformas educativas digitales implantadas por los centros docentes. También el uso de la televisión, las consolas de videojuegos o nuestros teléfonos móviles se han incrementado para hacer más ameno este encierro. En definitiva, el uso de la tecnología nos ha permitido minimizar las consecuencias que esta crisis ha producido en nuestro día a día.

Pero este aumento en su uso también ha supuesto un mayor riesgo de componente eléctrico en nuestras casas, mediante la conexión de varios aparatos en regletas no homologadas y poco seguras que pueden causar un sobrecalentamiento y, finalmente, iniciar un conato de incendio. Las mismas consecuencias pueden materializarse también con la recarga de aparatos eléctricos, como son móviles o juegos electrónicos, mediante cargadores no originales.

Evitar golpes y caidas, primordial

Mantener el suelo limpio y seco, libre de obstáculos; iluminar adecuadamente los recintos a nuestro paso; o evitar que se levante la superficie de las alfombras, evitarán que se produzcan tropiezos al desplazarnos por nuestra casa. En la ducha o la bañera se pueden producir resbalones al pisar las superficies mojadas, por lo que se aconseja utilizar alfombrillas adherentes y una agarradera para afianzarse.
El ejercicio físico que realizamos en casa debe ajustarse al espacio disponible, por lo que evitaremos realizar juegos y otras actividades que puedan provocarnos, o provocar a otros, golpes y caídas. Evita la sobrecarga o la fatiga muscular, sobre todo aquellos que anteriormente no hacíais nada de ejercicio y ahora queréis realizar toda clase de actividad. Recuerda realizar siempre un breve calentamiento antes de iniciar la actividad física.

También se ha “institucionalizado” el homenaje al personal sanitario todos los días a las ocho de la tarde, saliendo a aplaudir a balcones y ventanas, y los más pequeños han querido contribuir en estas iniciativas. Mientras no se realice esta actividad, o mientras no se ventilen las habitaciones de la casa, hay que mantener cerradas las ventanas, así como evitar poner sillas o mueble debajo que faciliten el acceso de los menores para su apertura. Hay que concienciarlos de que no deben realizar estas acciones sin la supervisión de un adulto, el cual se asegurará de que los aplausos se realicen sin subirse al alféizar de la ventana ni tirar ningún objeto al exterior.

Y recuerda…

Una adecuada formación en primeros auxilios debe ser fundamental para todos nosotros, por lo que os animamos a participar en algún curso como los que organiza nuestro Servicio.

Ante un accidente doméstico de gravedad, no dudes siempre en llamar al teléfono de emergencias 112.

Información publicada en la Revista Municipal Mayo 2020