El frío, en época invernal, hace que mantengamos nuestra casa cerrada para evitar pérdidas del calor interior, con lo que la renovación del aire disminuye y posibilita un aumento de la concentración de gas radón, por lo que es el momento ideal para realizar una medición.
Aunque todavía faltan unos meses para este descenso de las temperaturas, ahora es una buena época para empezar a planificar la medición de gas radón en nuestro hogar.
El gas radón y sus características
Recordemos que el radón (222Rn) es un gas incoloro, inodoro e insípido que procede de la desintegración del uranio (238U) presente en pequeñas cantidades en distintos tipos de suelos como el predominante en nuestro municipio. Debido a su origen en el terreno y a su gran movilidad, puede acumularse en aquellos recintos de nuestra vivienda con una baja ventilación, como puede ser sótanos y garajes.
Como también es radiactivo, puede generar partículas que producen ionizaciones. Al ser un gas, puede ser inhalado con facilidad al respirar, y sus sucesivos descendientes pueden quedarse adheridos a las paredes del sistema respiratorio. Éstos últimos emiten energía al tejido pulmonar que, con el tiempo, puede causar cáncer del pulmón.
Lo principal, la medición
Lo primero que debemos conocer es cuánto gas radón se acumula en nuestra casa, y para ello lo mejor es recurrir a empresas especializadas. En el apartado sobre el gas radón de la página web del Consejo de Seguridad Nuclear (csn.es/radon) se puede consultar el listado de laboratorios acreditados para realizar estas mediciones, así como sus empresas distribuidoras. Estas empresas, al finalizar el periodo de medición, emiten un informe sobre las medidas de concentración obtenidas, siendo esta documentación imprescindible para poder optar a determinadas ayudas de las administraciones públicas para la realización de actuaciones encaminadas a la reducción de estas concentraciones.
El actual Plan estatal de vivienda 2018-2021, considera actuaciones subvencionables aquellas que permitan reducir de forma efectiva en el interior de la edificación el promedio anual de concentración de radón a niveles inferiores a 300 Bq/m3, o en las que, sin alcanzar dicho nivel, se reduzca la concentración inicial en al menos un 50 %.
Para más información, póngase en contacto con nuestro Servicio de Protección Civil a través del correo electrónico Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Información publicada en la Revista Municipal del mes de septiembre de 2020
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