Este jueves no ha sido un día cualquiera de la semana y se notaba. Desde bien temprano, los técnicos de sonido ultimaban los ajustes en la Plaza de la Constitución de Torrelodones.
Poco después era la banda municipal quien afinaba los acordes, mientras los vecinos más madrugadores se aseguraban un buen puesto para no perderse ningún detalle de los eventos programados. Todo debía estar preparado para que a las 10.00 en punto comenzaran los festejos de celebración del Día de la Hispanidad. La Fiesta Nacional comenzaba en el municipio madrileño con uno de los actos más emotivos y simbólicos de la jornada: el izado de la bandera presidido por la alcaldesa de la localidad, Almudena Negro, a la que acompañaban miembros de la Guardia Civil, Policía Local, Protección Civil, vecinos y concejales.
Dos emocionados torrelodonenses, Mari Carmen y Nicolás, han sido los encargados a continuación de colocar bajo la enseña nacional una corona de flores como sentido homenaje a los caídos.
Pocos minutos después tomaba la palabra la alcaldesa con un breve discurso en el que ha ensalzado las razones por las que debemos celebrar, cada 12 de octubre, el Día de la Hispanidad, “una fecha que nos engrandece como pueblo y que nos une como sociedad civilizada”. En primer lugar quiso señalar que “España construyó un imperio más espiritual que material” y no un imperio territorial “para su propio provecho y beneficio” como sí hicieron otrospaíses. También que aquella gesta no fue realmente una conquista sino una acción civilizadora y una incorporación territorial: “No fuimos pues conquistadores sino Libertadores y lo afirmamos porque allí se encontraron pueblos en permanente guerra civil, incomunicados entre sí por no disponer de una lengua común”, afirmó. Es precisamente el poder integrador de nuestra lengua comúnel elemento que destacó con especial interés. “Nada une más a un pueblo que esa unión de poder comunicarse sin barreras artificiales, sin torres de Babel que dispersen al género humano en riñas tribales, en propósitos mezquinos. La lengua transmitida nunca fue impuesta sino que como un río venturoso por su caudal y fuerza integradora se fue imponiendo por su propia dinámica sin que nadie en América prohibiera hablar las demás lenguas existentes”. Así, concluyó, “el español se fue imponiendo por su propia fuerza comunicativa sin que nadie prohibiera el uso de otras lenguas vernáculas, sin que nadie lo impusiera por la fuerza, sino por la comprensión misma de aquellos habitantes que por primera vez tenían un instrumento poderoso de comunicación, integración y entendimiento. Es a partir de esta experiencia civilizadora de América que debemos luchar porque esto no ocurre en nuestra tierra, porque la fuerza nunca ha sido un arma buena de persuasión y de tranquilidad ciudadana. No podemos estar de espaldas a este idioma que hablamos y sigue convocando a 600 millones de personas a unirnos a un propósito común”.
Finalizada la parte más institucional, la Plaza de la Constitución se convirtió a continuación en el escenario donde varios grupos musicales amenizaron la soleada mañana. Los integrantes de Mariachi Veracruz dieron el pistoletazo de salida animando el ambiente con famosas rancheras como El Rey o Allá en el Rancho Grande. Después llegó el turno del grupo segoviano DulzaneirosCastellanos y su folclórico cancionero popular. Los románticos boleros de Los Hidalgos despertaron la nostalgia entre el público que susurró animado las letras de Contigoo Historia de un amor.Los tangos de Patricia Nora, coreografiados magistralmente por los bailarines Rebeca y Mariano, y las alegres cumbias y ballenatos de Alex Florez Sierra y su grupo de músicas del mundopusieron el broche final a los festejos en la céntrica plaza.