Antonio Moro es uno de los más destacados retratistas de la historia. Aunó la tradición flamenca con las enseñanzas de los italianos en general y de los venecianos en particular. Como resultado, sus retratos son de gran dignidad, y prototipos del retrato de corte de su tiempo. Moro iguala, y aún supera, a Tiziano por la hondura y la concentración con que se adentra en la personalidad del modelo y en su psicología.
Creó un tipo de retrato cortesano que tuvo gran influencia en la escuela retratista posterior española: Alonso Sánchez Coello (que fue auxiliar de Moro en España), Juan Pantoja de la Cruz, Bartolomé González e, incluso Velázquez.
En España se conserva posiblemente el núcleo de obras suyas más amplio e importante reunido en un solo país; destacan la colección del Museo Nacional del Prado.