¿QUÉ VEMOS? Se trata de retratos de artistas y trabajadores del flamenco. Treinta fotografías con las que se rinde un homenaje a las grandes figuras del flamenco actual y a los trabajadores, técnicos, artesanos, que permanecen detrás de esta industria cultural y que han mantenido la llama viva de esta identidad. Las fotografías han sido realizadas en las instalaciones de los Teatros del Canal por Chema Conesa (Murcia 1952), quien en el año 2010 recibió el premio Bartolomé Ros a la trayectoria profesional, y en 2012 recibió el premio de fotografía de la Comunidad de Madrid.
¿QUÉ NOS QUIERE DECIR EL COMISARIO? Los retratos buscan una igualdad en el plano fotográfico, por ello se presentan en parejas, en su mayoría artista y artesano, todos de cuerpo entero y sobre fondo negro. Visten en sus trajes habituales de trabajo, y, en cuanto a su expresión, están en actitud serena, buscando la sobriedad en el gesto y evitando lo interpretativo. La exposición se llama “Patrimonio con duende”, pues se dice de los artistas del flamenco que tienen un duende, al referirse a la gracia y emoción con la que se puede interpretar, bailar o tocar. Tomando la definición de la Real Academia Española, el “duende” sería ese “encanto misterioso e inefable” que tiene el flamenco.
El flamenco es una expresión artística que fusiona el cante, el baile y el acompañamiento musical o toque. La guitarra, como instrumento rey, pone el sonido base sobre el que la voz y el ritmo dibujan los diferentes modos de interpretación –los palos–, y en éstos se recoge todo el recorrido expresivo de un arte que nace para la alegría y la tristeza, la pasión y el dolor, el recogimiento y el sobresalto, la tradición y la renovación.
En el año 2010, el flamenco fue reconocido por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Se constituye así en la seña de identidad de nuestra cultura mas universalmente reconocida.
La selección de parejas las hicieron los propios artistas, así por ejemplo: Antonio Najarro, director del Ballet Nacional, elige a Lucía Álvarez, artesana de castañuelas: «La castañuela es básica en la danza clásica y yo uso las suyas desde hace años”. Antonio Carmona, cantante, elige a Pepote, lutier de cajón: «El pulso de mis venas lo marca un cajón flamenco». Carmen Linares, cantaora, elige a Soleá Morente, cantante: «Nuestro lazo es la herencia que nos dejó su padre, Enrique».
El cajón, o simplemente caja, es un instrumento musical de origen afro-peruano que fue incorporado al flamenco por Paco de Lucía en 1977. Cuenta la historia que Paco de Lucía llegó a Lima para una presentación. Hubo una fiesta en su honor donde Chabuca Granda interpretó “La flor de la canela” junto a Caitro Soto, uno de los más grandes cajoneros. Paco de Lucía quedó fascinado con el instrumento y supo que su sonido era lo que le hacía falta al flamenco