Atalaya de Torrelodones

Viernes, 16 Diciembre 2016

Atalaya de Torrelodones

La atalaya es sin duda el elemento más antiguo y simbólico del patrimonio histórico de Torrelodones, figura en el escudo municipal, se ve desde casi todo el término y es conocida por miles de viajeros que pasan bajo ella cada día por la A-6. Sin embargo esa característica silueta a la que estamos acostumbrados se debe a una restauración moderna que no dejó constancia de cómo era antes. Unas fotografías antiguas halladas recientemente muestran el aspecto de ruina romántica que tenía la torre hace casi un siglo.

Se trata de una fotografía (abajo) sobre papel y un negativo de celuloide que datan del año 1925. Muestran la fachada occidental, que no aparece en las fotografían antiguas conocidas hasta la fecha. Ambas imágenes pertenecieron a un socio del Club Alpino Español ya fallecido y actualmente se encuentran en la colección privada de Javier Pastor, que tiene la intención de donarlas al archivo de Torrelodones tras usarlas en la investigación que está realizando la Asociación Española de Amigos de los Castillos en colaboración con el Ayuntamiento.

Torre principios de siglo

Sorprendentemente, pese a ser Torrelodones la más visible y accesible de las atalayas de Madrid no se han realizado estudios en profundidad, de forma que para su conocimiento debemos compararla con las otras. Las atalayas de la sierra de Madrid forman un conjunto con características comunes; son huecas y de forma circular, de más de 10 m. de altura, construidas con mampostería concertada, presentan zarpa de cimentación… Dentro de este conjunto se pueden apreciar dos grupos: las de la zona norte (Arrebatacapas, El Berrueco, El Vellón, Venturada) y las de la Sierra de Hoyo de Manzanares (Torrelodones y La Torrecilla). Habría que añadir otras desaparecidas (Torrelaguna y El Molar) y las de Torritón, Peña Muñana, Plaza de Oriente de Madrid y Manzanares el Real, con rasgos diferentes. También hay agrupaciones de torres circulares semejantes en torno a Gormaz-Osma (Soria) y Talavera de la Reina (Toledo). Ello nos lleva a buscar un origen y función similar para todas.

Gracias a las investigaciones realizadas en algunas podemos concretar su construcción por autoridades locales del Califato de Córdoba, al que pertenecían estas tierras, en torno al siglo X. La fecha está avalada por carbono 14 en Arrebatacapas y cerámica califal en otras, según Caballero y Lozano.

En el s. IX los cristianos del norte realizaban incursiones al sur de la sierra de Guadarrama. Para combatirlos, el emir Muhammad I fundó una serie de ciudades amuralladas que les cerrasen el paso (Alcalá, Talamanca, Madrid, Calatalifa, Olmos, Canales y Zorita). Este proceso se intensificó un siglo más tarde con Abderramán III, que emprendió la organización administrativa y política de la frontera, colonizando las tierras económicamente más productivas. Dentro de este proceso es en el que se integra la construcción de las atalayas, con una doble función de defensa (alerta ante incursiones cristianas) y organización territorial (labores policiales y fiscales de los pasos en las que se asientan). Las torres eran además el símbolo del poder del califato y cumplían las funciones estatales de articular políticamente el territorio situado a su alrededor.

Atalaya de la Torrecilla (Hoyo de Manzanares)Como queda dicho, en Torrelodones no se han realizado investigaciones que demuestren ese origen islámico, pero lo podemos suponer. Tampoco en la cercana de La Torrecilla, situada en el interior del campo militar de maniobras de El Palancar (Hoyo de Manzanares) que forma grupo con la nuestra. Ambas presentan dimensiones semejantes, además de detalles constructivos característicos, como la zarpa de cimentación o el cuerpo rectangular adosado. Este último elemento proporciona a nuestra torre su inconfundible silueta de castillejo y además de en su hermana de La Torrecilla, lo vemos en algún ejemplar soriano. Una de las metas del estudio recientemente emprendido es demostrar el origen califal de ambas pues los datos obtenidos para una apoyan y complementan a la otra.

Atalaya de VenturadaNuestra pareja aparece también junta en los primeros datos que conocemos por fuentes escritas. Fernando Sáez, en un artículo sobre las atalayas de Madrid, publica un documento de 1275 que menciona la Torrecilla de Navahuerta y el Castillejo, identifi cándolas con las atalayas de El Palancar y Torrelodones respectivamente. Con el aumento de importancia de Madrid durante el siglo XIV, la ruta del puerto de Guadarrama (actual A-6) se potenció en detrimento de Somosierra. Sáez menciona otro documento de ese siglo sobre la torre de Torrelodones, bajo la cual había una venta. Su situación a medio camino entre Madrid y los puertos de la sierra hicieron que en el s. XVI fuesen varios los mesones y ventas que conformaron una villa que tomó el nombre de su torre. La construcción del monasterio de El Escorial y los descansos que hacía Felipe II cuando se desplazaba a él terminarían de consolidarla. Pero esta es otra historia.

Nuestra atalaya debía llevar por entonces siglos abandonada al haber perdido su función y seguramnete habría comenzado su ruina. En 1668 Cosme de Medicis, de paso hacia el Escorial paró en Torrelodones, una aldehuela miserable situada al pie de unas colinas rocosas, según escribió. Con él llevaba al pintor Pier María Baldi, que dibujó nuestra torre sobre el pueblo, que no era más que una calle y que identifi có como Torre de los Oydores. Si no fuese por cierto achatamiento, su aspecto sería el actual, con sus almenas piramidales y matacanes. Sin duda fue este dibujo el que se usó en la restauración para reconstruir esos elementos, pues en las fotos recientemente halladas de la década de 1920 no aparecen. En ellas vemos la torre desmochada, sin matacanes ni almenas. No sabemos si la torre conservaba alguno de esos elementos o si Baldi la idealizó en su dibujo. Esa es otra de las cuestiones a investigar.

Hacia 1930, tras un derrumbe, la torre fue reconstruida con en el aspecto actual, añadiéndole las ventanas, una escalera y una chimenea en el interior. La última obra fue en 1979, para tapar un hueco que había producido una bomba colocada el 3 de marzo, fecha de las primeras elecciones generales de la Transición.

Para aclarar estos puntos hemos comenzado un estudio detallado desde la Asociación Española de Amigos de los Castillos en colaboración con el Ayuntamiento (propietario de la torre). Con el trabajo se pretende identifi car las distintas fases constructivas que presenta la torre, desde su origen islámico hasta los añadidos de la restauración del s. XX. Para ello se aplicará el método de la arqueología de la construcción, consistente en cartografiar, fotografi ar y examinar minuciosamente las características del edificio para determinar su evolución.

Atalaya de Torrelodones

Animamos a cualquiera que tenga fotografías históricas de la torre a colaborar con nosotros y agradeceremos que nos las haga llegar a través del Ayuntamiento o la Asociación.

Pablo Schnell Quiertant
Asociación Española de Amigos de los Castillos

 Vista en 3D

Presa del Gasco y Canal del Guadarrama

Lunes, 05 Septiembre 2016

Presa del Gasco

La Presa de El Gasco, también denominada Estrecho de Peña o Presa de Carlos III, es uno de los proyectos de ingeniería civil más importantes de la España del siglo XVIII. Está situada sobre la garganta del río Guadarrama, en un paraje protegido actualmente por el Parque Regional del curso medio del río Guadarrama y su entorno.

Las obras de esta gran infraestructura hidráulica comenzaron en 1787, durante el reinado de Carlos III. El recién inaugurado canal de Manzanares pronto resultó insuficiente, y la prensa y diversas entidades dieron la voz de alarma. Fue en este momento cuando el ingeniero francés Carlos Lemaur (1720?-1785) concibió la idea de hacer la presa del Gasco y el canal de Guadarrama, con el objetivo de retener el caudal del rio Guadarrama y conectar Madrid con Sevilla a través de un canal navegable. El proyecto fue redactado en 1785, momento en el que el ingeniero francés fallece repentinamente, encargándose a partir de ahora de su ejecución sus dos hijos, D. Carlos y D. Manuel. El Rey autoriza el proyecto en 1787 y se financia por el Banco Nacional de San Carlos.

Presa del GascoSe diseñó para ser la presa más alta del mundo, con 93 metros, lo que la convertía en un proyecto singular e inigualable en la España y Europa de su tiempo. El fin de esta de esta obra era acumular agua y, mediante un canal artificial, comunicado con el canal de Manzanares en un primer término, conducirla por Madrid, Aranjuez, Puerto de Despeñaperros y, desde allí, paralelo al Guadalquivir, llegar a Sevilla. Un total de 771 km recorridos y un desnivel de 800 metros. De esta forma la capital de España habría quedado comunicada fluvialmente con el Océano Atlántico, ya que desde Sevilla el río Guadalquivir es navegable hasta su desembocadura en Sanlúcar de Barrameda. Esta infraestructura garantizaría además el abastecimiento de agua para el consumo de la capital y el riego de las tierras de labranza de los pueblos de alrededor, que hasta la fecha resultaba insuficiente.

Las obras empezaron en marzo de 1787 con solo 100 obreros, cifra que se fue aumentando hasta alcanzar, en ciertos momentos, los 5.000 trabajadores. Se desarrollaron con muchas dificultades e incidencias, entre ellas problemas de financiación por parte del Banco de San Carlos, de ahí que se empezase utilizando como mano de obra soldados, que posteriormente, fueron reemplazados por prisioneros condenados a trabajos forzosos.

Finalmente, no se llevó a cabo más que las obras de construcción de la presa y de algunos de los tramos del canal del Guadarrama. Tras de doce años de trabajos, el 14 de mayo de 1799, una fuerte tormenta provocó que se derrumbara parte del muro, cuando se llevaban levantados 53 metros de altura. En el informe que tres días después enviaron los hermanos Lemaur, se estimaba que habían caído 13.800 varas cúbicas de obra y que la reparación costaría 266.000 reales. En este momento el Banco ordena la paralización del proyecto y, poco tiempo después se decide suspenderlo definitivamente.

Pese al fracaso del proyecto, años más tarde se plantearon nuevas propuestas centradas en el río Guadarrama para conseguir llevar agua a la capital y riego a los pueblos cercanos. Sin embargo, el escaso caudal del río en verano dificultó su realización. Por último, a finales del siglo XIX el ingeniero Felipe de Mora, presentó una memoria con la intención de aprovechar el antiguo canal de Guadarrama. Su idea contemplaba completar el canal con un pantano en Collado Villalba y un total de cuatro saltos. De este modo se pretendía crear un sistema de riego que garantizara la llegada de agua a las huertas de los municipios de Las Rozas, Aravaca, Húmera, Carabanchel Alto y Bajo y la capital. Además Mora consideraba que la fuerza desarrollada por el avance del agua desde el inicio del canal hasta justo antes de unirse a la del Manzanares, podría ser aprovechada para proporcionar electricidad a gran parte de Madrid y para el desarrollo de industrias que necesitaran abundancia de agua. Finalmente no se llegó a ejecutar.

Presa del GascoLo que en la actualidad se conserva del proyecto de Carlos Lemaur es la ruina de la presa, con una longitud de 251 metros y una anchura, en su base, de 72 metros. Al interrumpirse la obra sin terminar, también quedan en los alrededores muchos testimonios: grandes montones de cal, sillares, edificaciones del momento de la construcción, caminos zigzagueantes para subir el granito con más facilidad, etc. En el momento del derrumbe se habían construido también 27 km del canal de Guadarrama, hasta el municipio de las Rozas. Conserva bastante bien el canjeado, y muchos de sus 38 acueductos que encauzaban los arroyos que atravesaban el canal.

A pesar del estado de ruina, la presa y el canal constituyen un recurso de gran valor, además de por su impresionante paisaje, por el hecho de transmitir el desarrollo de las ideas de la ciencia, la ingeniería, y la actividad económica de la España de la época ilustrada.

 

Informes de lal Reales Academias de Ingeniería, Historia y Bellas Artes de San Fernando sobre la Presa del Gasco.

Informe de la Real Academia de Ingeniería

Informe de la Real Academia de la Historia

Informe de la Real Academia de Bellas Artes de San FernandoInforme de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando

 

Biografía

De Vicente Muñoz, José. Crónicas de Torrelodones y Comunidad de Madrid. 1ª ed. Madrid: Ayuntamiento de Torrelodones, 1989.

Departamento de Prensa y Comunicación del Ayuntamiento de Torrelodones. Torrelodones ayer y hoy. 1ª ed. Madrid: Ayuntamiento de Torrelodones, 2000.

Propuesta de elementos para la Carta Arqueológica y Catalogación de Recursos para el desarrollo turístico. Tomo I y II. Madrid: Ayuntamiento de Torrelodones, 2013.

Real Academia de Ingeniería. La Presa del Gasco y el canal de Guadarrama: Informe para su declaración como Bienes de Interés Cultural de la Comunidad de Madrid. 2016

Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Informa sobre la Presa de El Gasco y el canal de Guadarrama emitido a petición del Ayuntamiento de Torrelodones. 2016

Sánchez Lázaro, T. Carlos Lemaur y el canal de Guadarrama. Colección de Ciencias, Humanidades e Ingeniería nº 48. Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, 1995.

Usamos cookies en nuestro sitio web. Algunas de ellas son esenciales para el funcionamiento del sitio, mientras que otras nos ayudan a mejorar el sitio web y también la experiencia del usuario (cookies de rastreo). Puedes decidir por ti mismo si quieres permitir el uso de las cookies. Ten en cuenta que si las rechazas, puede que no puedas usar todas las funcionalidades del sitio web.