La Presa de El Gasco, también denominada Estrecho de Peña o Presa de Carlos III, es uno de los proyectos de ingeniería civil más importantes de la España del siglo XVIII. Está situada sobre la garganta del río Guadarrama, en un paraje protegido actualmente por el Parque Regional del curso medio del río Guadarrama y su entorno.
Las obras de esta gran infraestructura hidráulica comenzaron en 1787, durante el reinado de Carlos III. El recién inaugurado canal de Manzanares pronto resultó insuficiente, y la prensa y diversas entidades dieron la voz de alarma. Fue en este momento cuando el ingeniero francés Carlos Lemaur (1720?-1785) concibió la idea de hacer la presa del Gasco y el canal de Guadarrama, con el objetivo de retener el caudal del rio Guadarrama y conectar Madrid con Sevilla a través de un canal navegable. El proyecto fue redactado en 1785, momento en el que el ingeniero francés fallece repentinamente, encargándose a partir de ahora de su ejecución sus dos hijos, D. Carlos y D. Manuel. El Rey autoriza el proyecto en 1787 y se financia por el Banco Nacional de San Carlos.
Se diseñó para ser la presa más alta del mundo, con 93 metros, lo que la convertía en un proyecto singular e inigualable en la España y Europa de su tiempo. El fin de esta de esta obra era acumular agua y, mediante un canal artificial, comunicado con el canal de Manzanares en un primer término, conducirla por Madrid, Aranjuez, Puerto de Despeñaperros y, desde allí, paralelo al Guadalquivir, llegar a Sevilla. Un total de 771 km recorridos y un desnivel de 800 metros. De esta forma la capital de España habría quedado comunicada fluvialmente con el Océano Atlántico, ya que desde Sevilla el río Guadalquivir es navegable hasta su desembocadura en Sanlúcar de Barrameda. Esta infraestructura garantizaría además el abastecimiento de agua para el consumo de la capital y el riego de las tierras de labranza de los pueblos de alrededor, que hasta la fecha resultaba insuficiente.
Las obras empezaron en marzo de 1787 con solo 100 obreros, cifra que se fue aumentando hasta alcanzar, en ciertos momentos, los 5.000 trabajadores. Se desarrollaron con muchas dificultades e incidencias, entre ellas problemas de financiación por parte del Banco de San Carlos, de ahí que se empezase utilizando como mano de obra soldados, que posteriormente, fueron reemplazados por prisioneros condenados a trabajos forzosos.
Finalmente, no se llevó a cabo más que las obras de construcción de la presa y de algunos de los tramos del canal del Guadarrama. Tras de doce años de trabajos, el 14 de mayo de 1799, una fuerte tormenta provocó que se derrumbara parte del muro, cuando se llevaban levantados 53 metros de altura. En el informe que tres días después enviaron los hermanos Lemaur, se estimaba que habían caído 13.800 varas cúbicas de obra y que la reparación costaría 266.000 reales. En este momento el Banco ordena la paralización del proyecto y, poco tiempo después se decide suspenderlo definitivamente.
Pese al fracaso del proyecto, años más tarde se plantearon nuevas propuestas centradas en el río Guadarrama para conseguir llevar agua a la capital y riego a los pueblos cercanos. Sin embargo, el escaso caudal del río en verano dificultó su realización. Por último, a finales del siglo XIX el ingeniero Felipe de Mora, presentó una memoria con la intención de aprovechar el antiguo canal de Guadarrama. Su idea contemplaba completar el canal con un pantano en Collado Villalba y un total de cuatro saltos. De este modo se pretendía crear un sistema de riego que garantizara la llegada de agua a las huertas de los municipios de Las Rozas, Aravaca, Húmera, Carabanchel Alto y Bajo y la capital. Además Mora consideraba que la fuerza desarrollada por el avance del agua desde el inicio del canal hasta justo antes de unirse a la del Manzanares, podría ser aprovechada para proporcionar electricidad a gran parte de Madrid y para el desarrollo de industrias que necesitaran abundancia de agua. Finalmente no se llegó a ejecutar.
Lo que en la actualidad se conserva del proyecto de Carlos Lemaur es la ruina de la presa, con una longitud de 251 metros y una anchura, en su base, de 72 metros. Al interrumpirse la obra sin terminar, también quedan en los alrededores muchos testimonios: grandes montones de cal, sillares, edificaciones del momento de la construcción, caminos zigzagueantes para subir el granito con más facilidad, etc. En el momento del derrumbe se habían construido también 27 km del canal de Guadarrama, hasta el municipio de las Rozas. Conserva bastante bien el canjeado, y muchos de sus 38 acueductos que encauzaban los arroyos que atravesaban el canal.
A pesar del estado de ruina, la presa y el canal constituyen un recurso de gran valor, además de por su impresionante paisaje, por el hecho de transmitir el desarrollo de las ideas de la ciencia, la ingeniería, y la actividad económica de la España de la época ilustrada.
Informes de lal Reales Academias de Ingeniería, Historia y Bellas Artes de San Fernando sobre la Presa del Gasco.
Informe de la Real Academia de Ingeniería
Informe de la Real Academia de la Historia
Biografía
De Vicente Muñoz, José. Crónicas de Torrelodones y Comunidad de Madrid. 1ª ed. Madrid: Ayuntamiento de Torrelodones, 1989.
Departamento de Prensa y Comunicación del Ayuntamiento de Torrelodones. Torrelodones ayer y hoy. 1ª ed. Madrid: Ayuntamiento de Torrelodones, 2000.
Propuesta de elementos para la Carta Arqueológica y Catalogación de Recursos para el desarrollo turístico. Tomo I y II. Madrid: Ayuntamiento de Torrelodones, 2013.
Real Academia de Ingeniería. La Presa del Gasco y el canal de Guadarrama: Informe para su declaración como Bienes de Interés Cultural de la Comunidad de Madrid. 2016
Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Informa sobre la Presa de El Gasco y el canal de Guadarrama emitido a petición del Ayuntamiento de Torrelodones. 2016
Sánchez Lázaro, T. Carlos Lemaur y el canal de Guadarrama. Colección de Ciencias, Humanidades e Ingeniería nº 48. Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, 1995.