Se trata de un entorno natural dominado por la vegetación típica del territorio: encinar mezclado con pinos piñoneros y jaras, en un espacio marcado por los afloramientos de granito. Es un entorno favorecedor para la presencia de aves, que se desplazan por todo el territorio circundante con facilidad, destacando rapaces como el Milano Real o el Águila Calzada. También hay jabalíes, zorros y otros mamíferos de menor tamaño.
Es accesible a pie o en bicicleta desde diversas calle cercanas a la vía del tren.
Bibliografía:
Propuesta de elementos para la Carta Arqueológica y Catalogación de Recursos para el desarrollo turístico. Tomo II. Madrid: Ayuntamiento de Torrelodones, 2013.